domingo, 16 de junio de 2013

Dos personitas muy especiales, va por ellas...

Hola preciosas.

Este post está dedicado a dos grandes mujeres que forman parte de mi vida y que merecen un pequeño reconocimiento por mi parte. A una de ellas le debo la vida, y a las dos mil cosas que me han enseñado, además de hacer labores, buenos valores y ser buena gente...

Hablo de mi madre y mi suegra. Ambas son mayores ahora 
y están algo delicadas de salud, pero en su día fueron grandes costureras, apasionadas de las dos agujas 
y el ganchillo, las plantas, la cocina y, 
por supuesto, la familia.

He rescatado unas labores muy bonitas que hicieron, son poquitas pero me parecen increibles...

Empezaré con mi madre. Lo primero que ven es una cortina de ganchillo que hizo para la ventana de la cocina de la casa de mi hermana, impresionante. Es más bien pequeña porque la hizo de media ventana, sólo para que desde fuera no se vea el interior de la casa...




Esto es una roseta que hizo a crochet pero utilizando lana. Me dijo que quería hacer un cojín, pero por circunstancias que no recuerda no lo terminó.




Buscando entre sus cosas encontré esto que me pareció muy curioso. Es una muestra de crochet hecha con lana. 
Me dijo que lo hacía así cada vez que alguien le enseñaba algo nuevo, y si se le olvidaba como se hacía la deshacía y contaba los puntos para ver como la había hecho,
¡¡vaya técnica!!






Y por último este conjunto de babero y patucos de crochet. Según ella, hace más de cuarenta años que los hizo
y los tiene impecables.
Es curioso como conserva las cosas y las mira una y otra vez, y le vienen recuerdos y cuenta anécdotas...








Las siguientes labores las hizo mi suegra. Más conjuntos
 de babero y patucos, y como dice ella "saquito". 
El saquito es la chaquetita...



Tenía la costumbre de sentarse en el sofá después de 
comer y hacerlas para entretenerse porque no 
le gustaba ver la tele ¿bonitas verdad?











Esto son unas rosetas de ganchillo que me regaló, 12 nada más y nada menos. Antes solían ponerse en la mesa para poner el pan encima. Yo no las he estrenado, prefiero guardarlas de recuerdo. 




Bueno, espero que les haya gustado este post dedicado a dos grandes artistas, madres, cocineras y amigas a las que quiero muchísimo y por las que siento una gran admiración. 

Yo por mi parte he disfrutado mucho haciéndolo, además no he podido evitar emocionarme. Ahora sólo me falta desearles que se mejoren... 


¡¡Besos guapas!!



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